La pandemia no ha afectado en exceso los alquileres de viviendas, que recuperan buena parte de los casos los precios que había antes de la crisis económica, a pesar de la aplicación de la ley de contención de rentas. Según datos de la Cambra de la Propietat Privada de Girona, en la capital de la demarcación durante el cuarto trimestre del 2021 la media que se pagava para el alquiler de una vivienda se situaba entorno los 650 euros, una cifra que no se alcanzaba desde el 2008. Durante el primer semestre de el año pasado, el precio era ligeramente más bajo, de unos 600 euros. Aún así, a partir de 2008 los precios cayeron un 30% y se llegó a los 450 euros mensuales de alquiler durante el primer trimestre del 2015. Desde aquel momento, los precios se van reanimando progresivamente hasta que en 2019 bordeaban los 625 euros. La pandemia frenó relativamente esta acelerada y la media retrocedió a los 600 euros hasta mediados del año pasado, que alcanzó los 650.
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