Un inversor obtiene una rentabilidad neta de entre el 2% y más del 6,5% por comprar un piso para ponerlo en alquiler en Barcelona, según un estudio elaborado por la consultora Deloitte para los agentes de la propiedad inmobiliaria (API) de Catalunya.
Miguel Ochoa, directivo del área de asesoría financiera de Deloitte, explicó que la Diagonal se ha convertido en el eje que marca las menores rentabilidades. En las zonas más ricas de la ciudad, los inmuebles también son más caros y los inversores aceptan rentabilidades más bajas porque también consideran su inversión más segura: con menos morosidad, precios más estables ante una crisis y más líquida si necesitan desinvertir.
