Más de un millón de catalanes viven en situaciones de exclusión residencial (en la calle, en una barraca o en una nave industrial) o están a punto de ser desahuciados, según datos de las entidades sociales. Se trata de una cifra que queda muy lejos de las 59.000 personas en riesgo que ha admetido recientemente la Generalitat.
Así lo explicaron el martes los responsables de la asociación ECAS (Entitats Catalanes d'Acció Social), durante la presentación de su informe Insocat 14, dedicado al problema de la vivienda en Catalunya.