El mercado inmobiliario ha experimentado un nuevo fenómeno en que los inversores están comprando pisos baratos y reformándolos para dividirlos en habitaciones para alquilarlas o venderlas. Esta tendencia se ha popularizado a través de las redes sociales y ha atareado muchos inversores que antes se dedicaban a las criptomonedes.
Las habitaciones se consideran una opción de inversión más rentable, puesto que no están sujetas a la legislación de alquiler y no tienen límites de subida de precios o duración del contrato como los alquileres convencionales.
Esta nueva tendencia ha generado polémica y llamamientos a la regulación por parte de expertos y defensores de los derechos de la vivienda. Algunos inversores también están utilizando la tecnología blockchain para fraccionar los inmuebles en tokens y permitir a inversores con pequeñas cantidades participar en este tipo de inversiones inmobiliarias.
