El Instituto Catalán del Suelo (INCASOL) ha comprado 24 pisos a Salt, que se suman a los adquiridos mediante "tanteo y retracta" a otros propietarios, totalizando 385 viviendas. La Generalitat también ha comprado 307 pisos mediante este sistema, llegando a un total de 692 viviendas destinadas al alquiler social, acercándose a su meta de 1.500 viviendas.
Esta acción es considerada un "punto de inflexión" en materia de vivienda por el presidente Pere Aragonès, que quiere regular las viviendas de uso turístico. La Generalitat prevé poner los 24 pisos de Salt a disposición de las familias vulnerables en un año y medio y destinará 985.000 euros para su rehabilitación.
Aragonés destaca las medidas de regulación del alquiler y el objetivo de tener 10.000 viviendas de alquiler social para el 2026, que incluirá la compra, cesión de terrenos en promotores privados y ayudas económicas.
También se destaca el objetivo de regular las viviendas de uso turístico y las tensiones con la Sareb por la adquisición de pisos. Esta acción es parte de una política de vivienda más amplia y se realiza con una base de apoyo local.
