La segunda legislatura de Pedro Sánchez ha marcado un cambio en la política de vivienda, pasando de un enfoque en el control de rentas a priorizar el aumento de la oferta y reconocer el papel de los propietarios. Aunque esto ha generado esperanzas en el sector inmobiliario, también ha provocado críticas de políticos vinculados a Podemos. La ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, ha enfatizado la importancia de ayudar tanto a inquilinos como a pequeños propietarios.
El retorno del Ministerio de Vivienda después de 13 años refleja la relevancia otorgada a esta cuestión. El cambio se atribuye en parte a la pérdida de peso de Podemos en el Gobierno. En resumen, la nueva orientación política busca aumentar la oferta y proteger a inquilinos y pequeños propietarios, generando diversas reacciones en la sociedad española.