La Generalitat de Cataluña ha abierto una nueva convocatoria de ayudas al alquiler para personas de 36 a 64 años y para mayores de 65 años con el objetivo de prevenir el riesgo de exclusión residencial. Las ayudas están dirigidas a aquellos que, aunque no se encuentren en una situación de emergencia o exclusión, necesitan apoyo económico para poder seguir residiendo en su vivienda actual.
Detalles de las solicitudes:
- Personas mayores de 65 años: Podrán solicitar la ayuda desde el 21 de febrero hasta el 21 de marzo de 2025.
- Personas de 36 a 64 años: Podrán solicitarla desde el 10 de marzo hasta el 11 de abril de 2025.
El trámite se puede realizar electrónicamente a través de la web de Trámites de la Generalitat, que es la opción preferida, o presencialmente en las oficinas locales de vivienda o en las bolsas que forman parte de la red de mediación para el alquiler social.
Cuantía de las ayudas:
Las ayudas no son fijas, sino que se ajustarán en función del esfuerzo económico de cada persona, dependiendo de sus ingresos y la zona donde viva. Los importes varían entre 20 euros y un máximo de 200 euros mensuales.
Topes por zona geográfica:
Las ayudas también tendrán en cuenta la situación del mercado de alquiler en cada zona. Los topes por vivienda son:
- Barcelona y área metropolitana (Baix Llobregat, Barcelonès, Maresme, Vallès Occidental, Vallès Oriental y Garraf): 900 euros por vivienda y 450 euros por habitación.
- Girona: Los topes aumentan a 750 euros por vivienda y 400 euros por habitación.
- Tarragona: También se incrementan a 700 euros por vivienda y 350 euros por habitación.
- Lleida y Terres de l'Ebre: Los topes se mantienen en 600 euros por vivienda y 300 euros por habitación.
Partida inicial:
La partida inicial para estas ayudas es de 39 millones de euros, y se prevé que se destinen más recursos, como en años anteriores, cuando se otorgaron más de 186 millones de euros en ayudas.
Esta medida forma parte de los esfuerzos de la Generalitat para ayudar a las familias con menos recursos a cubrir el esfuerzo económico que supone el alquiler, evitando la exclusión residencial.