Ya hay ciudades españolas donde se venden más pisos que en plena burbuja inmobiliaria. Barcelona, Alcalá de Henares, Valencia, Cádiz o Marbella son sólo algunos ejemplos.
Un síntoma de que el mercado está más caliente de lo esperado y que, si bien la postal no se parece a la de la burbuja en lo que se refiere al riesgo del sistema bancario, sí hay otros indicadores, como las ventas o precios, que empiezan a estar al rojo vivo.
El mercado residencial cerró el año con más de medio millón de compraventas. No se veía algo igual desde 2007, y aun entonces las ventas siguen estando muy por encima de la cifra actual.
Hace 14 años, la burbuja de la vivienda estaba a punto de estallar. En 2007 se vendieron casi 800.000 pisos (775.300, según el INE, para ser exactos). En 2021 se alcanzaron 565.523 operaciones, el dato más alto desde entonces, pero un 27% por debajo del máximo de 2007.