Como cada 8 de marzo, millones de mujeres de todo el mundo salen a la calle para protagonizar una huelga feminista. Son Rebeldes, Resistentes y Referentes. Sin embargo, parece que sólo se les dé voz un día al año. Desgraciadamente, a pesar de los avances conseguidos en los últimos años, todavía son muchos los derechos que no se les garantizan plenamente.
El patriarcado y su ideología, el machismo, aparte de oprimir a las mujeres a través de relaciones de poder de género, también favorece a las desigualdades materiales como la segregación del mercado laboral con sueldos y condiciones laborales mucho más precarios. Por ejemplo, en las actividades inmobiliarias la tasa de feminización ha logrado situarse en el 52,9%, según los datos del Observatorio del Trabajo de la Generalitat. Sin embargo, dentro del colectivo API las mujeres sólo representan el 32%, lo que indica que el sector inmobiliario todavía no ha logrado romper el techo de cristal.
En definitiva, el patriarcado lo contamina todo de jerarquías, desigualdades y discriminaciones que son, al mismo momento, las violencias machistas que se producen constantemente durante nuestro día a día y que con demasiada frecuencia quedan invisibilizadas bajo el paraguas de la “normalización”. la incuestionable aportación de las mujeres al sector inmobiliario, desde el Colegio oficial d’Agents de la Propietat Immobiliària de Girona, pedimos, en primer lugar, que todos los miembros de nuestro colectivo trabajen para garantizar una normativa paritaria que vele por una participación equilibrada de mujeres y hombres en las posiciones de poder y de toma de decisiones.
En segundo lugar, reclamamos la responsabilidad de los hombres para identificar y rechazar cualquier actitud de violencia machista. El silencio nos hace cómplices a todos y es imprescindible levantar la voz en situaciones de injusticia. Ahora también es trabajo de los hombres tener un papel activo en la lucha feminista, porque hay que tener claro que el feminismo es para todos.
Finalmente, pedimos a las instituciones que estén a la altura del movimiento feminista. Hasta ahora, han sido las mujeres y sus reivindicaciones las que han conseguido realizar pequeños cambios, pero es necesario que las políticas públicas sean capaces de dar respuesta para avanzar hacia una transformación feminista que será, al mismo tiempo, una transformación social más real y justa.
#8M

