Un piso de dos habitaciones en Girona cuesta 698 euros y uno de tres supera los 800 euros
La compraventa de viviendas de segunda mano se desacelera en el tercer trimestre por el aumento de los tipos de interés
El estudio de precios de mercado que realizan conjuntamente el Gremio de Promotores y los colegios de agentes de la propiedad inmobiliaria (API) y de administradores de fincas sirve como termómetro para ver la evolución del sector. Analiza tanto la evolución de la obra nueva, la segunda mano y los alquileres. La 45 edición del informe, que se presentó ayer y que recoge la Agencia Catalana de Noticias (ACN), evidencia la incertidumbre y también las consecuencias derivadas de la inflación de los últimos meses. En las comarcas gerundenses, a la falta de viviendas de alquiler que ya se arrastraba, ahora se ha añadido también el tope del 2% aplicado por el Estado español a las revisiones anuales de los contratos. Y todo ello, de paso, ha comportado un incremento generalizado de los precios. Por término medio, ahora los alquileres son un 10% más caros. Pero hay zonas de interior, sobre todo en Girona, donde este alza se sitúa incluso por encima de este porcentaje, y ya sube más arriba del 11%.
