El último estudio de precios de mercado de obra nueva, segunda mano y alquiler que han presentado elaborado por el Col·legi i Associació d'Agents de la Propietat Inmobiliaria (API), el Gremi de Promotors i Constructors d'Edificis de Girona y el Col·legi d'Administradors de Finques de Girona, refleja un cambio de tendencia.
El comprador francés tiene, en general, disponibilidad económica y no depende de la financiación hipotecaria. "No solo ha ocurrido en Roses, sino también en otros puntos del Alt Empordà como Empuriabrabva y l'Escala", explica Miquel Bosch, presidente del Gremi de Promotors i Constructors d'Edificis de Girona.
Se trata de un perfil de comprador distinto, que se caracteriza por un alto poder adquisitivo. "Tienen disponibilidad económica y no se mueven por los tipos de interés ni dependen de la financiación hipotecaria", esgrime Bosch.
Su apuesta no solo ha sido por la obra nueva -en la que hay más demanda que oferta, según el sector- sinó también por la compra de viviendas de segunda mano. El presiente del Col·legi d'API de Girona, Joan Company, ejemplificaba el "efecto del mercado de segunda residencia" en Roses.