En el segundo trimestre de 2023, las familias españolas están destinando casi el 40% de sus ingresos anuales a la compra y el mantenimiento de viviendas, lo que supera el límite recomendado del 30%. Este aumento se debe en gran medida a la fuerte subida de los tipos de interés, que han pasado del 1.7% al 3.9% en un año. La financiación desempeña un papel importante en esta situación, y se espera que el esfuerzo financiero continúe aumentando en el corto plazo. Aunque la situación es preocupante, no es tan grave como durante la crisis financiera de 2008, ya que los salarios se mantienen y el endeudamiento ha sido más prudente.
Además, se menciona que el número de años necesarios para adquirir una vivienda ha disminuido ligeramente debido al crecimiento gradual de la renta bruta disponible de los hogares.