La noticia proporcionada por La Vanguardia, nos hace la reflexión que la formula de ingresos menos gastos deja de ser valida por buena parte de la población, ya que los gastos han incrementado un 30% mientras que los ingresos un 12%. Esto se traduce en que tres millones de hogares quedan por debajo del umbral de la pobreza severa una vez pagada la vivienda y los suministros básicos.
En apenas cinco años, el porcentaje de familias con esta casuística ha experimentado un notorio aumento, llegando al 6,6% en 2022 (más de 1,2 millones de hogares). También se está registrando un incremento notorio en el número de familias que residen en viviendas inseguras, llegando al 23,2% en 2021, lo que implica que más de 4,2 millones de hogares viven en pisos compartidos o cedidos sin contrato en vigor o en situación de desahucio.
De manera paralela, la cifra de familias que habitan viviendas inadecuadas, aquellas que no cumplen con las condiciones mínimas dignas para la vida cotidiana, también ha experimentado un preocupante aumento pasando del 25% en 2018 al 30% en 2021 (5,6 millones de familias).