Después de salir de la pandemia a un ritmo récord, el mercado inmobiliario ha mostrado signos de enfriamiento en los últimos meses. Durante el conjunto del 2023, la compraventa de viviendas en Cataluña disminuyó más de un 10% respecto al año anterior, con una tendencia similar a la del conjunto del estado. Esta disminución se nota sobre todo en las transacciones de pisos de segunda mano. A pesar de que también ha habido una bajada en el número de hipotecas concedidas, principalmente a causa del aumento de los tipos de interés. En proporción, las hipotecas caen casi un 20% en Cataluña.
Esto ha llevado a un aumento de las transacciones realizadas en efectivo. Además de los inversores, esta tendencia también se atribuye a otra práctica observada por los notarios: los préstamos entre familiares. Los préstamos entre padres e hijos son una opción popular para financiar las operaciones inmobiliarias sin recurrir en los bancos. Esta tendencia se explica, en parte, por la carencia de incentivos para los ahorros en un contexto de incremento de los tipos de interés, empujando a las familias a optar por otras formas de financiación.
Según los datos de los notarios, más de la mitad de las compras inmobiliarias realizadas el 2023 se formalizaron en efectivo, sin préstamos hipotecarios. Estas transacciones, incluidas aquellas que implican préstamos entre familiares, se benefician de ciertas ventajas fiscales y de transparencia.A pesar de la caída en el número de transacciones, también se observa una disminución en el precio medio de las viviendas, que actualmente se sitúa en los 164.000 euros. Esto indica un cambio en las preferencias de los compradores hacia propiedades más asequibles, como pisos, en detrimento de casas unifamiliares, por ejemplo.
Finalmente, las estadísticas de diciembre apuntan a una disminución menos pronunciada en el número de compras respecto a los meses anteriores, sugiriendo que los consumidores esperan posibles rebajas en los tipos de interés en los próximos meses.
