La ciudad de Girona ha experimentado un cambio notable en el mercado de la vivienda, con un aumento significativo del alquiler de temporada y una disminución del alquiler permanente. Según un informe de Idealista, el número de anuncios de alquiler de temporada ha aumentado un 213% durante el segundo trimestre de 2024 respecto al mismo periodo del año anterior, mientras que el alquiler permanente ha caído un 13%.
Esta tendencia se puede atribuir a la ley de Vivienda aprobada hace más de un año, que limita las capacidades de los propietarios en el ámbito del alquiler permanente, llevando muchos a retirar sus viviendas del mercado de alquiler permanente y pasarlos al mercado de alquiler de temporada, que de momento tiene menos restricciones. Uno de cada cinco pisos anunciados a Girona ahora corresponde a alquiler de temporada.
Este fenómeno no es exclusivo de Girona; se refleja también en otras zonas de Cataluña. En Barcelona, el alquiler permanente ha caído un 45% mientras que el alquiler temporal ha aumentado un 48%, con el 42% de los anuncios correspondientes a esta modalidad. En las comarcas tarraconenses, el alquiler temporal ha incrementado un 135% y en Lleida un 140%.
A nivel estatal, la oferta de alquileres temporales ha aumentado un 55%, llegando al 13% del mercado total, mientras que el alquiler permanente ha disminuido un 17%. Ciudades como Barcelona y San Sebastián tienen los porcentajes más altos de alquiler temporal (42% y 34% respectivamente).
El gobierno catalán aprobó un decreto ley para regular el alquiler de temporada, definiéndolo y especificando los derechos de los arrendatarios en zonas tensionades. Sin embargo, el decreto no fue validado por la Diputación Permanente del Parlamento. El gobierno español también está trabajando en regulaciones para afrontar la tensión de los precios, pero se enfrenta a obstáculos competenciales, puesto que la mayoría de las regulaciones de vivienda están en manos de comunidades y ayuntamientos.
