En 2024, las comarcas gerundenses visaron 2.076 viviendas nuevas, una cifra un 12,9% inferior a la de 2023, aunque supone un aumento del 26% respecto a 2022 y es la segunda más alta desde 2008. Solo 12 viviendas fueron de protección oficial, muy lejos de los objetivos marcados por la Generalitat, que prevé construir 50.000 viviendas protegidas en cinco años.
La superficie visada de vivienda cayó un 5,33%, con 544.793 m², representando el 15,98% del total catalán. En cuanto a obra nueva, registró un descenso del 16,16%, hasta los 421.463 m², aunque sigue siendo el 64% de la actividad constructiva. Estas disminuciones se deben, en parte, al impacto de cinco proyectos de gran envergadura en 2023, que distorsionaron la tendencia habitual.
La rehabilitación, con 235.995 m² visados (-2,7%), mantiene un peso bajo (36%) y refleja un estancamiento en los últimos años. Además, el programa europeo Next Generation tuvo un impacto limitado, con solo 30 expedientes tramitados en Girona, correspondientes a 688 viviendas.
A nivel comarcal, La Garrotxa destacó con un crecimiento puntual del 50% en viviendas nuevas (55 viviendas), mientras que El Ripollès consolidó una tendencia de priorizar la rehabilitación. El Gironès y el Baix Empordà concentraron gran parte de la actividad.
El COAC alerta de los retrasos en la obtención de licencias municipales, en algunos casos superiores a seis meses, y propone medidas como los Informes de Idoneidad Técnica para agilizar los trámites. A pesar de los descensos puntuales, el sector se mantiene estable, con niveles similares a los de 2021 y 2022, y un crecimiento sostenido desde 2013, excepto en 2020.