Muchos ayuntamientos de Cataluña incumplen el plazo legal de 60 días para conceder licencias de obras, provocando retrasos graves en el sector de la construcción. Sant Cugat del Vallès es el municipio más afectado, con una media de 21 meses para obtener un permiso, seguido de Cadaqués (19 meses) y Badalona (18 meses). Otros municipios con plazos excesivos son Rubí (12 meses), Barcelona y Castelldefels (10 meses), así como varias localidades de la Costa Brava como Begur, Palafrugell o Roses, donde las licencias pueden tardar entre 8 y 10 meses.
Las principales causas de estos retrasos son la falta de personal municipal, el exceso de normativa que complica los trámites y el alto volumen de solicitudes, especialmente en municipios turísticos con muchas segundas residencias. Estas demoras tienen un fuerte impacto económico, ya que el precio de los materiales de construcción puede aumentar considerablemente mientras se espera la concesión de la licencia, encareciendo las obras para promotores y particulares.
Para solucionarlo, el Colegio de Arquitectos de Cataluña propone establecer un sistema unificado en el que los colegios profesionales supervisen la parte técnica de los proyectos y los ayuntamientos solo se encarguen de la parte urbanística, agilizando así la concesión de permisos.