A partir de este jueves, 3 de abril, ya no será posible tramitar los "golden visas" en España, un visado de residencia pensado para inversores extranjeros que realicen grandes proyectos en el país, como la compra de inmuebles por más de medio millón de euros. Este tipo de visado ha sido muy popular entre los ciudadanos extranjeros, pero especialmente entre los norteamericanos, quienes, impulsados por el "efecto Trump", han disparado sus solicitudes en los últimos días antes de su eliminación.
Muchos norteamericanos han buscado, en el último momento, obtener este visado para huir del clima político en Estados Unidos, que no soportan desde la llegada de Donald Trump a la presidencia. El abogado Oriol Martínez ha confirmado que muchos ciudadanos norteamericanos lo han contactado para tramitar el permiso, buscando tener un pie fuera de Estados Unidos para poder residir en España si la situación política empeora.
Desde el inicio del programa en 2013 hasta 2023, España ha concedido casi 15.000 "golden visas", principalmente a ciudadanos de China y Rusia, pero en los últimos años los norteamericanos han incrementado sus solicitudes. Este visado, creado durante el gobierno de Mariano Rajoy para atraer inversión extranjera después de la crisis de 2008, ha sido eliminado recientemente para intentar solucionar los problemas de acceso a la vivienda que afectan a la población española.
A pesar de la eliminación de los "golden visas", los norteamericanos siguen interesados en vivir en España, y muchos consideran que España debería seguir abriendo las puertas a más ciudadanos estadounidenses. Algunos, como el emprendedor Vincent Steffanini, que vive en Barcelona, creen que la llegada de norteamericanos favorece la economía española, ya que sus ingresos suelen ser más altos. Sin embargo, Steffanini lamenta que muchos norteamericanos tengan dificultades para acceder al mercado laboral en Cataluña.