El gobierno español ha aprobado la incorporación de 40.000 viviendas de la Sareb al parque público de vivienda asequible, en una de las mayores ampliaciones del parque público en el Estado. De estas, 9.257 pisos (27,8%) se encuentran en Cataluña, lo que la convierte en la comunidad con más viviendas transferidas. Además, se añaden 2.400 terrenos urbanizables, con capacidad para construir hasta 55.000 nuevas viviendas sociales, lo que abre la puerta a un crecimiento a medio y largo plazo. Estos activos pasarán a formar parte de SEPES, que actuará como la nueva empresa pública estatal de vivienda, encargada de su gestión y desarrollo. El gobierno central destinará 600 millones de euros a la rehabilitación y adecuación de las viviendas cedidas, muchas de las cuales requieren intervenciones para ser habitables.
La transferencia se realizará de forma permanente y sin coste adicional, mediante una donación directa desde la Sareb, y supone el paso de gestionar activos tóxicos financieros a ponerlos al servicio de la ciudadanía. El valor de mercado de los bienes asciende a 5.900 millones de euros. La medida tiene como objetivo incrementar la oferta de alquiler social en un contexto marcado por la escasez de vivienda asequible y los precios elevados, garantizando que las familias no destinen más del 30% de sus ingresos al alquiler. Las viviendas seleccionadas se encuentran en municipios de más de 5.000 habitantes, tienen una superficie máxima de 150 m² y no pueden presentar patologías estructurales. En cuanto a los terrenos, se han priorizado aquellos técnicamente viables para promociones de al menos 30 viviendas. Esta acción supone, según el gobierno, un cambio de paradigma: “de salvar a los bancos a salvar a las familias”.