El Ayuntamiento de Girona está impulsando nuevas estrategias para incrementar el parque de vivienda asequible más allá de las promociones que ya se están construyendo. El teniente de alcaldía de Transición Ecológica y Área Urbana, Sergi Font, propone rehabilitar locales comerciales y entreplantas vacías para transformarlas en viviendas de alquiler asequible, siempre que cumplan las condiciones urbanísticas y técnicas necesarias. Aunque esta posibilidad existe desde hace años, el interés ha sido escaso: entre 2019 y 2021 solo se concedieron ocho cambios de uso en la ciudad.
Esta línea de actuación forma parte de la estrategia municipal Missió Habitatge, que tiene como objetivo incorporar casi 800 viviendas asequibles en tres años. Font defiende la colaboración público-privada y explica que se quiere extender la vivienda protegida por toda la ciudad aprovechando diversos solares municipales —14 en total— inscritos en la reserva de la Generalitat, incluido uno en el Barri Vell.
Uno de los puntos donde el desarrollo es más activo es el barrio de Domeny, donde el Ayuntamiento dispone de ocho solares que permitirán construir 224 pisos de protección oficial. Tres de ellos han sido cedidos al Incasòl, que ya ha redactado los proyectos. Las promociones más avanzadas son las de la Fundació Salas, que está levantando dos bloques de 24 viviendas cada uno, con entrega prevista para finales del año que viene. El Ayuntamiento le ha cedido los derechos de superficie durante 75 años. Del total, un 25% se reservará para jóvenes.
La directora de la Fundació Salas, Clara Muñoz, destaca que las ayudas públicas son fundamentales para sacar adelante estas promociones: los fondos europeos Next Generation cubren un 20% del coste, y se complementan con financiación bonificada del Institut Català de Finances (ICF). Muñoz defiende que aumentar el parque de vivienda protegida contribuye a reducir la presión sobre los precios del mercado libre.
La necesidad de generar más vivienda asequible ha centrado las jornadas Repensem Girona, celebradas en Domeny y la Casa de Cultura. Durante su ponencia, Carme Trilla, presidenta de la Fundació Hàbitat 3 y experta en políticas de vivienda, advirtió que el crecimiento demográfico hará necesario adoptar nuevas fórmulas además de construir en suelo público, que por sí solo no será suficiente. Propuso medidas como recuperar edificios abandonados, construir nuevas plantas en edificios existentes o dividir viviendas demasiado grandes.
Las jornadas también incluyeron la experiencia internacional de Bolonia, ciudad universitaria que afronta retos similares. Silvia Calastri, coordinadora de la Unidad de Vivienda Cooperativa del ayuntamiento italiano, explicó que la ciudad se ha marcado el objetivo de crear 10.000 nuevas viviendas asequibles en la próxima década.
