El aumento sostenido en los precios de la vivienda en España se debe a una combinación de factores. Uno de los principales es la persistente escasez de oferta de viviendas en comparación con una demanda en constante crecimiento. Este desequilibrio se ha agravado por la baja producción de vivienda nueva, que se sitúa alrededor de las 80,000 viviendas, y la reducción del stock disponible.
La situación se ve agravada por el hecho de que la creación de hogares sigue superando la capacidad de absorción del mercado residencial, lo que lleva a estimar un déficit de vivienda que podría superar el millón de unidades en los próximos años, según el estudio realizado por AURA REE. Esta falta de oferta está generando una fuerte presión sobre los precios, especialmente en áreas con alta demanda como las zonas costeras y Madrid capital.
El mercado del alquiler también está experimentando tensiones significativas debido a la escasez de oferta disponible. Esto se refleja en incrementos de precios récord, con aumentos de hasta un 20% en los últimos 12 meses en Madrid. La falta de viviendas en alquiler está llevando a una situación donde los precios están subiendo rápidamente, especialmente en ciudades como Madrid y Barcelona.
Las medidas gubernamentales para agilizar el proceso de obtención de licencias para nuevos desarrollos podrían ayudar a aumentar la producción de viviendas y aliviar la presión sobre los precios. Sin embargo, la efectividad de estas medidas dependerá de su implementación y de cómo influyan en el mercado inmobiliario a largo plazo.