Además, se creará un registro de pisos de alquiler temporal, y la ley de propiedad horizontal se modificará para que las comunidades de vecinos puedan vetar los pisos turísticos en sus edificios. La ministra de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez, ha subrayado la importancia de garantizar que el alojamiento temporal sea para aquellas personas que realmente lo necesitan por motivos laborales o académicos.
En paralelo, en Cataluña, se intentó regular los alquileres temporales y los de habitaciones a través de un decreto ley aprobado en abril, pero este no fue consolidado por el Parlamento. Esta normativa preveía que solo se consideraran alquileres temporales los destinados a ocio, vacaciones y actividades recreativas o culturales, quedando fuera del tope de precios establecido por la ley.
En cuanto a los pisos turísticos en Cataluña, el Parlamento convalidó en diciembre un decreto que limita el número de licencias de uso turístico en los municipios con mercados tensionats. Estas licencias tendrán una vigencia de cinco años, y para otorgarlas hará falta el visto bueno de la Generalitat al planeamiento urbanístico de los ayuntamientos, asegurando que no pongan en peligro el acceso a la vivienda.
El Ayuntamiento de Barcelona, por ejemplo, ha anunciado que no renovará las licencias turísticas a medida que vayan caducando. Actualmente, Barcelona cuenta con cerca de 10.300 pisos turísticos, mientras que en toda Cataluña hay 52.598 según datos del Instituto Nacional de Estadística. La distribución por demarcaciones es la siguiente: 16.768 en Barcelona, 20.721 a Girona, 12.282 a Tarragona y 2.827 en Lleida.