Por ejemplo, una hipoteca de 150.000 euros a 30 años con un tipo de interés de euríbor más diferencial del 0,99% podría suponer un ahorro de 105 euros en el mes, o más de 1.200 euros anuales. Esta reducción varía dependiendo de si la revisión es anual o semestral, pero en cualquier caso implica una mejora notable en el gasto mensual de muchos hipotecados.
Además, esta bajada podría llevar a una competencia entre las entidades bancarias, que podrían ofrecer hipotecas fijas a tipos más bajos, haciéndolas más atractivas. Esto no solo beneficiaría los que ya tienen una hipoteca, sino también aquellos que buscan acceder en una en el futuro. Aun así, hay que tener en cuenta que este abaratamiento en las hipotecas puede provocar una subida en los precios de las viviendas, puesto que los vendedores podrían aprovechar el incremento en la facilidad de obtener financiación.
Así, a pesar de que el panorama parece favorable para los hipotecados y futuros compradores, habrá que seguir de cerca como evolucionan los precios de las viviendas, puesto que podrían contrarrestar en parte los beneficios de un euríbor más bajo.