La vivienda se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los ciudadanos en España, agravada por el fuerte aumento de los precios tanto de alquiler como de compra. España se encuentra entre los últimos países europeos en cuanto a vivienda pública, con solo un 2%.
Orígenes históricos de la crisis
El problema se remonta a las decisiones tomadas durante el franquismo, que priorizó el acceso a la propiedad para crear una clase media. Con la liberalización del mercado de alquileres (Decreto Boyer 1985), la vivienda se convirtió en un activo financiero.
La crisis de 2008 y su repercusión
La crisis financiera de 2008 provocó la quiebra de promotoras y la adquisición masiva de pisos por parte de bancos y fondos internacionales como Blackstone y Cerverus, que los malvendieron, concentrando la propiedad en manos de grandes corporaciones.
Impacto del sector privado y el alquiler
El mercado de alquiler ha crecido debido a la escasez de vivienda protegida y al aumento de presiones como el turismo y la migración. En Cataluña, especialmente en Barcelona, la tasa de desahucios ha aumentado, con moratorias que no han conseguido frenar la situación.
Regulaciones y limitaciones
La Generalitat de Cataluña aprobó una ley para regular los alquileres, pero algunos artículos fueron declarados inconstitucionales. Las regulaciones han conseguido reducir los precios en un 5%, pero también han causado una disminución del 17% en los contratos de alquiler.
Perspectivas de los propietarios y arrendatarios
Desde el sector de la propiedad, hay preocupación por las limitaciones a los derechos de los propietarios. En la plataforma de arrendatarios, se defiende la necesidad de más vivienda protegida y proponen la recuperación de pisos turísticos para el alquiler habitual y prohibir las compras especulativas.
Situación de las familias afectadas
El acceso a alquileres sociales es fundamental para las familias con menos recursos. La moratoria de desahucios vigente desde 2020 ha detenido más de 60.000 desahucios, aunque la mayoría se han ejecutado finalmente. El futuro de la moratoria es incierto.