El mercado inmobiliario, especialmente el del alquiler, se encuentra cada vez más tensionado. El alza de los tipos de interés desde 2022 y el crecimiento de los flujos migratorios han disparado la demanda muy por encima de la oferta disponible. El número de viviendas en alquiler se ha reducido drásticamente, agravando la situación en muchas zonas.
En 2024 se pusieron en alquiler 717.338 viviendas, pero esta cifra supone 96.512 menos que en 2023 (una caída del 11%) y casi 300.000 menos que en plena pandemia (2020 y 2021). Estos datos, proporcionados por el Observatorio impulsado por la Fundación Alquiler Seguro y la Universidad Rey Juan Carlos, reflejan un mercado con una rotación extrema: muchos pisos ni siquiera llegan a anunciarse o desaparecen en cuestión de minutos debido a la enorme demanda. En solo 10 días, un propietario puede recibir 124 llamadas de inquilinos interesados, el triple que el año anterior.
Varios factores explican este descenso de la oferta de alquiler. Uno de ellos es la inseguridad jurídica, agravada por los constantes cambios normativos y las noticias sobre ocupaciones. Según José García Montalvo, catedrático de Economía de la UPF, otro factor clave ha sido la reforma de la Ley de Arrendamientos Urbanos de 2019, que amplió la duración mínima de los contratos a 5 años. Esto ha hecho que muchos inquilinos prolonguen su estancia, reduciendo aún más la rotación de viviendas en el mercado.
El informe de Fotocasa Research confirma la tendencia, señalando que en 2024 la oferta de alquiler cayó un 17%. Además, los precios de los nuevos contratos han subido más de un 10% fuera de las zonas tensionadas. En muchas ciudades, los pisos en oferta desaparecen en menos de dos horas.
Según una encuesta a 14.000 personas del sector, un 52% de los propietarios cree que la Ley de Vivienda dificultará el alquiler de sus inmuebles, mientras que un 36% de los inquilinos considera que la norma les afectará negativamente.
Los datos de Idealista muestran que la oferta ha alcanzado mínimos históricos en 12 ciudades, incluyendo Madrid, San Sebastián, Sevilla, Bilbao y Zaragoza. Además, según la sociedad de tasación UVE Valoraciones, el número de municipios donde es más barato alquilar que comprar se ha desplomado un 55% en un año, reflejando el encarecimiento progresivo del mercado del alquiler.