En Cataluña, las viviendas vacías en manos de grandes tenedores han pasado de 49.648 en 2015 a 25.443 a finales de 2024, según los últimos datos del Registro de Viviendas Vacías (RHBO). Aunque esta reducción parece positiva, expertos como Cristina Vallejo advierten que la salida de estas viviendas del registro no significa necesariamente que hayan sido ocupadas o destinadas al alquiler. Muchas de estas viviendas siguen siendo propiedad de fondos de inversión y bancos, que las han adquirido a través de procesos de ejecución hipotecaria o dación en pago, y no se han destinado al alquiler.
Esta situación se da especialmente en grandes ciudades como Barcelona, donde se concentra la mayor cantidad de viviendas vacías, pero también en otros municipios importantes como Terrassa, Sabadell, L'Hospitalet de Llobregat y Badalona. En Girona, por ejemplo, hay 4.205 viviendas vacías en manos de grandes tenedores. En general, las cifras muestran una gran concentración de estos pisos en la provincia de Barcelona, donde se encuentra el 53% de las viviendas vacías registradas, pero también en otras provincias como Tarragona (5.150 viviendas vacías) y Lleida (2.588).
Además, la Generalitat tiene prioridad para adquirir estas viviendas y destinarlas a políticas de vivienda, como el alquiler social. Sin embargo, Cristina Vallejo alerta que muchas de estas viviendas podrían haber sido vendidas a terceros sin que la administración haya ejercido su derecho de tanteo y retracto. Esto significa que, aunque los pisos pueden salir del registro, no necesariamente se han puesto al servicio de las familias necesitadas.
El reciente cambio en la definición de "gran tenedor", reduciendo el número mínimo de viviendas en propiedad de diez a cinco, ha tenido poco impacto en el número de viviendas vacías registradas. La mayoría de estas viviendas siguen estando bajo el control de grandes fondos de inversión y entidades bancarias que ya eran considerados grandes tenedores antes del cambio regulador.