En Girona, uno de cada seis viviendas está vacío a pesar del alta demanda de alquiler a la zona. Esta situación aparentemente paradójica tiene varias causas subyacentes.
Una razón clave es la inseguridad jurídica que experimentan muchos propietarios cuando consideran alquilar sus propiedades. Temen impagos del alquiler, ocupaciones ilegales y otros problemas relacionados con los inquilinos, que pueden ser difíciles y costosos de gestionar. Esto los hace preferir mantener las viviendas vacías para evitar estos posibles problemas.
Por otro lado, muchas de estas propiedades requieren reformas importantes antes de ser habitables o llogables, y estas reformas a menudo superan la capacidad económica de los propietarios. Esto los impide poner las viviendas al mercado de alquiler o venta.
Además, la carencia de oferta en el mercado de alquiler ha generado un aumento significativo de los precios de los alquileres, cosa que puede disuadir a los propietarios de entrar al mercado, puesto que podan no ver una necesidad inmediata de hacerlo.
También hay preocupaciones personales que inhiben a los propietarios. Esto incluye temores sobre el comportamiento de los inquilinos, como impagos o daños a las propiedades, que pueden hacer que prefieran no alquilarlas.
Además, las políticas gubernamentales y los incentivos fiscales también pueden influir en las decisiones de los propietarios. La percepción de las medidas punitivas, como las restricciones a los precios del alquiler, puede generar inseguridad y asustar posibles inversores.
