El Valle de Aran expresa su preocupación por la situación crítica del mercado inmobiliario, con un aumento del precio del alquiler del 34,4% en solo un año, llegando a una media de 788,64 euros en diciembre segundos datos de Incasòl. A pesar de esta escalada de precios, ningún municipio aranés está actualmente considerado "tensionado", cosa que limita la posibilidad de fijar topes en los alquileres.
En respuesta a esta problemática, el Conselh Generáis del Valle de Aran ha aprobado una declaración institucional insta el gobierno del Estado a revisar los criterios para incluir los municipios araneses en la categoría de "tensionado". Solo Convergència Aranesa ha votado en contra de esta iniciativa.
Con solo el 39% de las viviendas destinadas a uso habitual, la mayoría son segundas residencias o de alquiler turístico, generando un encarecimiento de los alquileres y dificultando el acceso a la vivienda para determinados colectivos. La síndica de Aran, Maria Vergés, destaca la necesidad de actuar urgentemente ante la "dramática situación" e insta la Generalitat a transferir las competencias en materia de vivienda que le corresponden según la Ley de Régimen Especial.
En la declaración institucional, el gobierno aranés pide en el gobierno del Estado que considere "tensionats" aquellos municipios con "carácter turístico" donde los precios se han disparado, afectando especialmente colectivos como los jóvenes y los trabajadores que encuentren difícil acceder a una vivienda. La declaración será enviada en el gobierno del Estado, en la Generalitat de Cataluña y a los ayuntamientos del Valle de Aran.
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