Más de 900 jóvenes catalanes ya han accedido al Préstamo Emancipación del Institut Català de Finances (ICF), una línea de ayudas destinada a financiar hasta el 20% del valor de la primera vivienda —la conocida como “entrada”— con un importe medio de 36.000 euros y un máximo de 50.000 euros.
En las comarcas gerundenses, 93 jóvenes han obtenido este préstamo público, con una media de 36.064 euros por solicitud. A nivel de Cataluña, el importe medio varía según el territorio: alcanza los 39.500 euros en el área de Barcelona y el Penedès, mientras que en las Terres de l’Ebre se sitúa en 23.000 euros.
Desde el 30 de junio hasta el 15 de octubre, el ICF ha recibido 4.129 solicitudes, de las cuales 1.852 han sido consideradas elegibles y 878 ya han sido aprobadas. Más de la mitad proceden de jóvenes de entre 30 y 35 años, un tercio de entre 25 y 29, y un 12% del grupo de 18 a 24 años.
En solo 100 días, el programa ha concedido 31,6 millones de euros, cerca de un tercio del presupuesto anual previsto (100 millones). En total, el plan está dotado con 500 millones de euros para el periodo 2025-2029. Barcelona concentra el 57% de las ayudas (casi 20 millones), seguida de Girona (11%), Penedès (9%), Camp de Tarragona y Catalunya Central (7% cada una), Lleida (6%), Terres de l’Ebre (3%) y Alt Pirineu i Aran (1%).
Un aspecto destacado es que las viviendas compradas con este préstamo pasan a ser viviendas protegidas (HPO) de carácter permanente, lo que contribuye a ampliar el parque público de vivienda social en Cataluña. No obstante, el comprador puede vender el piso más adelante, pero solo al precio de adquisición actualizado con el IPC y las mejoras realizadas.
Para acceder al préstamo, es necesario tener entre 18 y 35 años, estar empadronado en Cataluña y que la vivienda sea la primera compra y residencia habitual. Los ingresos anuales no pueden superar 6,5 veces el IRSC (unos 81.000 euros anuales por persona sola). El salario medio de los beneficiarios ronda los 27.000 euros anuales.
Según el ICF, la medida ha tenido una acogida muy positiva y transversal en todo el territorio, y permite que muchos jóvenes que pagaban alquileres elevados accedan a la propiedad sin perder poder adquisitivo en el futuro.
