El Banco de España ha realizado una simulación para evaluar el impacto de diversas políticas públicas en el mercado de la vivienda, en medio del creciente debate sobre el acceso a la vivienda en España. Según esta simulación, el precio de la vivienda podría bajar entre un 10% y un 15% en una década si se duplica la producción de viviendas nuevas, que actualmente está en alrededor de 100.000 unidades por año, una cifra mínima desde la burbuja inmobiliaria.
Sin embargo, el aumento de la oferta por sí solo puede no ser suficiente para garantizar un acceso a la vivienda adecuado para todos los grupos demográficos. Se estima que solo los hogares mayores de 35 años, que actualmente destinan más del 40% de sus ingresos al pago de la vivienda, se beneficiarían de esta reducción de precios.
El Banco de España también ha planteado un escenario alternativo en el que el aumento de la oferta se combina con "reformas estructurales", con el objetivo de aumentar en un 15% la renta relativa de los hogares menores de 35 años. Estas reformas podrían incluir políticas fiscales y de otro tipo.
En cuanto a medidas específicas, el Banco de España ha evaluado el impacto de diferentes políticas, como la reducción de impuestos a la compra de viviendas, un aumento del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y el aval del 20% a la compra de vivienda. Se concluye que la reducción generalizada de impuestos a la compra podría aumentar la cuota de vivienda en propiedad por parte de menores de 35 años en hasta un 8%, pero también provocaría un aumento del precio de más del 5%. Por otro lado, un aumento del 60% en el Impuesto de Bienes Inmuebles podría reducir los precios de la vivienda en venta en más de un 5%, pero aumentaría los costos de alquiler.
